jueves, 3 de junio de 2010

La Fragancia de la Belleza


Abro la puerta de la habitación y no se qué voy a encontrar. Acabo de pelear con Los Bichos, por que quieren pasar la tarde viendo una carne con papas en la computadora. ¡Están locos! Prefiero bajar a la piscina para ver a las mamis en vivo. Además, estoy destruido por el juego y quiero descansar.

Voy en noveno y en los dos años que llevo jugando fútbol, no he pegado una; pero hoy puede ser mi día. Ésta vez sí salió algo bueno en este hotel; hay una puerta entre mi cuarto y el de al lado. Le puse un pedazo de borra en el seguro, como nos enseñó El Flaco, y así la puedo abrir más tarde. Cuando hice la operación, no había gente en el otro cuarto; ahora, voy a revisar si cayó algo.

Empujo la puerta con cuidado por que según él, ahí está el secreto. Poco... a.....poco y... ¡Chamo,...la pegué! ¡Allí hay una mujer acostada y está desnuda! ¡La estoy viendo por el espejo y parece dormida! ¡Debe ser una modelo, por que está arrechísma de buena! Si se lo cuento a los panas no lo creen. Nunca he visto una mujer así y ojala pudiera mirarla por un siglo. No, que sea para siempre.

Mientras la buceo, un olor a rosas frescas hace que recuerde el jardín de mi casa. Es como,… ¡Cooño, me vio! De una, cierro la puerta y agarro la manilla, por si trata de abrirla; pero, después de un rato, no pasa nada. La suelto y vuelvo a respirar. Las piernas me tiemblan y caigo. Un sudor frío baja por mi espalda, tengo las manos acalambradas y el olor de las rosas sigue en el cuarto. ¿Será que así huele la belleza?

Sigo sentado en la alfombra, y ya lo pensé: voy a guardar el secreto. ¿Sabes?...arrancan con la joda y termino arrepentido. Además, si esa tipa llega a denunciarme, termino fuera del equipo. Por si acaso, mejor bajo y regreso a dormir cuando ya sea bien de noche.

He pasado el resto del día en la piscina pensando full en la modelo del espejo; todos se han ido y no aguanto el sueño. Total, subo al cuarto y que pase lo que pase. Seguro que ella se acostó y trancó la puerta. Ahora, todo está tranquilo, ya se borró su olor y aunque dan ganas, ni de vaina me asomo. Capaz que esté esperando para darme una coñaza por lo de esta tarde.

Algo me despertó. Todo está quieto y siento como si alguien estuviera en el cuarto. Está oscuro, no encuentro el botón de la luz y quiero gritar, pero no puedo. Tengo la garganta seca y mis manos sudan.. De repente, no se si estoy soñando o qué, pero un olor a rosas se está acercando; y ahora,… ¿qué hago?
Luís Bonilla