Gordis y Flakis estaban muy aburridas en su casa, no hallaban qué hacer, iban del estudio a la nevera y de la nevera a la computadora, estaban en el cuarto viendo televisión y comiendo; el piso de la habitación lo tenían lleno de envoltorios de caramelos, de servillletas sucias, de vasos de cartón que tiempo antes contenían gaseosa. Se pusieron a pasar canales en la TV y hubo uno que les llamó la atención y era nada menos que el canal gastronómico.
Las dos emocionadas de instalaron al frente del televisor con la intensión de ver las recetas que en esa oportunidad ofreciera el conductor del programa. Esta vez no presentaron ninguna receta sino consejos de alimentación. Como por arte de magia se pusieron a prestar atención y anotar las recomendaciones del moderador.
— GORDIS: Ay FLAKIS, nosotros si somos raras, mi nombre es GORDIS y soy más flaca que tú, y el tuyo FLAKIS y eres más gorda que yo, jajajajaja.
— FLAKIS: Vamos al mercado para ver de cerca la comida de la que estaba hablando el tipo del programa.
Las dos salen muy curiosas al mercado, no sabían cómo era porque nunca habían ido; todo lo hacía las señoras que trabajaban en sus casas.
Al llegar al sitio, después de haber preguntado como veinte veces por al camino, se encontraron con un gran edificio, era viejo pero tenía mucha vida, allí cientos o más bien miles de personas se encontraban todos los días para buscar la comida que llevarían a su casa. Era el viejo mercado.
— GORDIS: Vamos a conocer los alimentos que vimos en el programa y los anotamos para saber más de ellos.
— FLAKIS: Oki doqui. Ay mira, aquí están los vegetales ¡Guácatela! Señor, señor ¿qué es eso?
— VENDEDOR: Eso es vainita.
— AMBAS: Jajajajajajaja, vainita, deberían llamarla bromita.
— GORDIS: ¿y esto?
— VENDEDOR: Esta es la zanahoria. Buena para la vista.
— FLAKIS: Lo que comen los conejos. ¿y esto qué es?
— VENDEDOR: Espinaca, tiene mucho hierro.
— AMBAS: Entonces debe ser muy pesada, Jajajajajajaja
— VENDEDOR: ¿En qué planeta viven ustedes que no conocen lo que se comen?
— GORDIS: Por eso es que estamos aquí, para conocer los alimentos. Gracias señor, ahora vamos a ver otras cosas.
Siguen adentrándose en el mercado y se detienen en la Carnicería.
— FLAKIS: Componte niña componte, que allá viene el carnicero, con ese bonito traje que parece un marinero. Jajajajajajaja.
— GORDIS: No sé que marinero será ese, seguro debe ser el cocinero del barco. Jajajajajajaja.
Y empiezan las preguntas:
— GORDIS: Señor, ¿Cuál es el nombre de ese pedazo de carne?
— CARNICERO: Eso es un muchacho redondo.
Ambas sorprendidas por el nombre de ese corte gritaron:
— AMBAS: ¿MUCHACHO? Pero eso no se parace a un muchacho.
— CARNICERO: Y este que llaman falda tampoco se parece a una falda; vean este por acá ¿Les parece un lagarto? Porque ese es su nombre y de paso lo llaman lagarto reina. Espérense un momento mientras atiendo a este cliente.
— FLAKIS: Gordis, ¿eso que estoy viendo es lo mismo que creo ver? ¿Y eso? ¿y eso?
— CARNICERO: Sí, eso es un corazón, que aunque parezca mentira no es buena carne, lo otro que señalas son patas de pollo, son ricas en gelatina y excelentes para subir las plaquetas, y lo que vemos por allá es una pata de cochino, es deliciosa con unos granos que llaman garbanzos.
— GORDIS: Muchas gracias señor, tenemos que ir a la pescadería rápido, porque se nos está haciendo tarde.
El olor las llevó a la pescadería.
— GORDIS: Llegamos, acá están los pescados. ¿Cuál será la diferencia entre pez y pescado?
— EL PESCADERO: La diferencia es que el pescado es el pez que fue atrapado.
— FLAKIS: Entonces es un pez pescado, Jajajajajajajaja
— GORDIS: Señor ¿Qué pescado es ese que tiene cara de regañón?
— PESCADERO: Ése es el Mero y lo que está viendo es un pulpo y esos que se parecen al pulpo pero son más pequeños son los calamares. Y por allá están las sardinas que son muy alimenticias, tienen mucho fósforo.
— AMBAS: Muchas gracias señor, ahora ya sabemos con qué nos alimentamos. Y espero que no se queme con las sardinas, por lo del fósforo, Jajajajajajaja.
Después de una semana comentaron:
— GORDIS: Parece mentira, que desde que fuimos al mercado estoy comiendo con más ganas y me siento mejor, sólo por conocer los alimentos.
— FLAKIS: Si, ahora hasta me provoca cocinar con mi mamá y de paso, como que tú no has ganado unos kilitos y yo he perdido otros más. Ya no seremos Gordis y FlaKis, ahora seremos sólo nosotras dos.
Remo Tortello