"El celoso ama más, pero el que no lo es ama mejor"
Miguel de Cervantes Saavedra
Súmenle a la madrugadera, al tráfico, a la dieta, a la economía y al caos, ser celoso.
Tal vez antes había tiempo para serlo. Antes, cuando las mujeres pasaban el día en sus casas luego de despachar a los niños al colegio, de preparar la comida del día y de terminar de ver las tres novelas de la tarde, quedaban atrapadas en unas horas en donde todo estaba hecho. No tenían en qué ocuparse, se quedaban suspendidas en el limbo. A esa hora calurosa y lenta, seguramente inyectaban algo de adrenalina a sus vidas imaginando en quién o en dónde estaba metido “su fulano”.
Hoy en día no tenemos tiempo sino de vivir la realidad, de enterarnos un día cualquiera que “nuestro fulano” se siente confundido y necesita un tiempo. Al menos de esta manera, no sufrimos la vez que lo imaginamos y la vez que lo confirmamos.
Así que saqué de mi morral lo celos porque pesan mucho, sólo quedó la madrugadera, el tráfico, la dieta, la economía y el caos.
Nathaly Salgado
Estoy de acuerdo contigo...aunque a veces entran al morral cuando uno no los ha invitado!
ResponderEliminarMe gusta el ritmo de la narrativa, y el detalle de cerrar con el inicio del relato