No puedo reírme a carcajadas ni suspirar sin que cada bocanada de aire se torne nauseabunda. Me asalta y me interrumpe desde no se donde este olor dulzón.
¿Seré yo?
Está aislada la basura dentro de mi cuerpo, contenida en mis glándulas y en mi colon. No hace calor y si se escapara algo de mi sudor, sería inmediatamente neutralizado por el recuerdo del diario jabón, mi desodorante, y el exquisito perfume nuevo que me puse esta mañana.
Tengo pastillas de menta para mitigar mi aliento, son inodoras mis lágrimas, se diluye mi grasa en cremas y aceites, toallas olorosas absorben mi secreción vaginal.
No. No es mi basura y sin embargo me perturba, me desconcierta la memoria del olor dulzón de mi cuerpo descompuesto.
Nora Palacios
Muy crudo, desgarrador y profundo
ResponderEliminarEs el tipo de escritura que nos deja analizando durante varios dias las diferentes frases que empleaste
Un final sorpresivo y muy bueno. Nunca olvido el momento en que lo escribiste, ya que estabas agobiada por el olor del pipote de basura que estaba al lado de la maquina de cafe.....
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