Un tipo besa a su hija en la frente,
es domingo por la tarde.
De pie en la calle de Los Cuatro Gatos
alegre y desdibujado él
como si Picasso estuviera borrándole algo
se despide y quiere dejarle todo el saber del mundo en sus manos
Ella, la hija, es irreverencia, es inocencia
es Miró y Braque beligerantes y desparramados
sobre el lienzo vitralizado de la Barceloneta
muros tantas veces rayados, testigos de todas las injusticias
Se instala la rabia, nuevamente la soledad
sabe que -océano aparte- él tiene una vida
continente adentro, ella regresará a su ventana
y mirará el mercado, la calle. Desde el autobús: Gaudí.
Avanzan divergentes sus pasos, también sus genes
Van casi felices. Volverán a verse
Cuándo y dónde ya no importa.
Dafne Gil
Este poema habla de una despedida tan profunda, tan triste y a la vez tan esperanzadora, que realmente penetra en uno, particularmente siento que tiene mucho sentimiento, los matices, las comparaciones, hacen que uno como lector viva mas que el momento del padre y la hija, el sentimiento.
ResponderEliminarQue bello. Hay mucha energía en tus palabras. El final me encantó.
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