Sabor de mis lágrimas y mi lengua,
olor del aire que me respira,
eco de mis palabras,
devenir de mis pensamientos,
sangre que pulsa y acaricia el reverso de mi piel,
visión de lo que esconde la compuerta de mis párpados
memoria de mi nacimiento
intuición de mi alma.
Nora Palacios
La brevedad de este poema tiene un acierto, y es lo que no se dice
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