martes, 2 de junio de 2009

Alas Desiertas


¿Cómo sentirse solo cuando tienes mil personas a tu alrededor? Hablando de modo general, vas caminando por la calle y al mismo tiempo van también muchas personas bien sea en tu mismo sentido o en el opuesto.

Llegas a casa y te ves conviviendo con dos, tres y hasta cuatro personas, pero aún así te sientes solo.


Escuchas el radio y hay alguien que habla, que quizás te habla a ti, y entonces sientes un ruido y miras a tu alrededor, en ese instante buscas en el fondo de tu bolsillo y sacas un celular que suena inquietantemente y aunque te sigues sintiendo solo, te das cuenta de que hay alguien en alguna parte del mundo queriendo hablar contigo y sientes que no es con ninguna de esas personas con quienes quieres hablar. Es tan fuerte el vacío que ni el contacto con Dios te llena.


Me pregunto ¿Como es que si Dios debía ser todo para nosotros, no nos hace sentir completos en estos momentos? Tiempos, en los que al único que queremos tener a nuestro lado para ver y escuchar es a esa persona que amamos.


Entonces caes en la realidad, tu realidad y te ves sumergido en un negro agujero, profundo, sin fin, con ganas de nada y aunque no tienes el más mínimo deseo de dar un paso adelante, esas muchas personas que te acompañan, tratando de alentarte, te incitan a despertar. Y te das cuenta de que esas personas que no son ajenas y a las que les preocupas, no merecen sufrir por ti y es cuando abres un paréntesis y retomas tu vida, pero para que eso sea aún mas certero, te lo debes creer y es en ese momento cuando decides hacer cambios exteriores e interiores.


Ahora sí puedes tener un nuevo comienzo, que no se sabe hasta cuando será, cuánto durara esa determinación y mucho menos cuándo volverás a caer en ese oscuro hueco llamado soledad.

Miriam Barroeta

2 comentarios:

  1. Miriam, mira este poema:
    "La piedra ama a la nube,
    pero ese amor es sólo desesperación de su propia quietud.
    Se lo dije, pero ella replicó
    que ese amor es también siglos de nube en su alma"

    Siempre podremos revivir estar sensación de trascendencia y plenitud, de compenetración en el amor. Siempre que no proyectemos dragones, como en el poema de Itaca. Siempre que estemos con los brazos abiertos.

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  2. La foto que elegiste no podría ser más perfecta. Este texto guarda una conexión muy íntima con el anterior. Una vez más, es honesto y real, y viene sólo de una persona que lo vive en este momento, pero va dirgido a todos, porque todos hemos caminado ese sendero.

    Además, en el escrito haces un viaje interior, inicias con una serie de incógnitas y culminas con el anuncio de un inicio de otra etapa de tu vida.

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