jueves, 25 de junio de 2009

Voces y Equipajes

Tu voz germinó en mis recuerdos
del tiempo en que fuimos fugitivos.
Evadidos del algebra y los libros
nos refugiamos en el patio de la escuela

Siempre hablabas tú.
Tu voz era un río de anécdotas perfectas.
Eras mujer, risa y palabra.
Tu mirada, quizás, buscaba los planetas.
O, simplemente, imaginabas
sutiles formas en las nubes viajeras.

Yo me quedaba en silencio.
Cada frase tuya era tan honda y risueña.

Ni siquiera quise hablar aquella tarde
cuando destrozamos una laja de piedra
y sorprendimos a una salamandra durmiendo
en el sueño anfibio de las yedras.

La distancia es más larga que tu voz.
Por eso, guardo tu sonrisa y tu acento,
embaladas en un rincón de mi equipaje
para cubrirlas del olvido y el tiempo.

Hernan Lameda

2 comentarios:

  1. Como te dije, me encantó este poema. Es un momento muy íntimo para quién lo narra, lo que no sabemos es que tan especial fue para la otra persona, y creo que eso lo hace aún más fuerte, porque es uno de esos momentos que no todos aprecian.
    Esto me gustó mucho:

    "siempre hablabas tú.
    Tu voz era un río de anécdotas perfectas.
    Eras mujer, risa y palabra.
    Tu mirada, quizás, buscaba los planetas.
    O, simplemente, imaginabas
    sutiles formas en las nubes viajeras.

    Yo me quedaba en silencio.
    Cada frase tuya era tan honda y risueña."

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  2. Me encanta este poema. Si volviera a nacer, me gustaria conocer a alguien que me recordara de esta manera sencilla, intima y cálida.

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