jueves, 18 de junio de 2009

Musa en Madrid


Quisiera ser una musa
despreocupada
adorada por el pincel de Goya
dueña de las galerías de El Prado

Mi espalda descansando
sobre un diván que no conozco:
abrazo de seda, tersa, helada,
las caderas estremecidas por la mirada del pintor

Quisiera ser humana
concebida por la prosa de Neruda,
mis curvas narradas por su lápiz apasionado,
las manos reposadas enviando mensajes

códigos que se descubrirán más adelante
ante otros ojos, tal vez los de Cervantes
cartas que alcanzarán la costa
después de navegar muchos mares

Pero soy estrella
percibida por la mirada de los poetas
sólo de noche, cuando la materia desaparece entre las sombras
cuando la luz de los museos se escapa por los ventanales
y mi cuerpo celeste titila desde otras galaxias.
Dafne Gil

3 comentarios:

  1. es como una gran tela con muchas personas, sabores, olores, lugares y sensaciones tejidas.

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  2. Los cuatro primeros fragmentos me parecen sensacionales, porque mantienen un ritmo y un hilo entre sí que además es hermoso. El último es el factor detonante, donde se pisa tierra (aunque en este caso se trata de una estrella). Me parece hermoso este poema.

    Me gustó mucho esto: "las caderas estremecidas por la mirada del pintor"

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  3. Bien.
    Fascinante el juego de las artes...!

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